Necesito decirte esto, yo no puedo ser feliz contigo ni con
nadie, pensé que si, pero no es así. No podría amarte, eso lo sé, y no quiero
hacerte daño solo quiero ser sincero contigo, es lo mínimo que te mereces.
No puedo arriesgarme a estar contigo y hacerte daño o que tú
me lo hagas a mí, es algo que no puedo permitirme, lo siento mucho, pero es que
no puedo. Aunque lo intentara de verdad eso no cambiara el hecho de que me voy
a morir y durante toda mi vida he estado solo. Te mereces a alguien mejor, más
listo, más lleno de vida y más todo, eres perfecto no lo dudes, pero no eres
para mí, no te digo esto porque quiera estar con otra persona, lo hago por mí,
no quiero ser un lastre para nadie.
Espero que encuentres a alguien que te quiera y te ame como
yo nunca lo podré hacer, lo siento mucho Luis, pero tengo que estar así seguir
solo, así estoy muy cómodo y será más fácil para ti, lo siento de verdad. No
volveremos a hablar porque es lo mejor, olvida alguna vez que me conociste y
vive tu vida, encuentra a esa persona que te mereces.
Lo siento
Espero que con esto tu recuerdo no se borre de mi corazón
El
paciente sufre de un clavo inexistente en el pecho que, según él, duele como
mil agujas clavadas en los pies. Se cree que es provocado por el tiempo, o más
bien la falta de él. El paciente no para de decir que quiere tiempo, quiere
comer relojes pensando que eso ayudará. El paciente no sabe que el tiempo que
ha perdido no se puede recuperar. Cuando asimila esta realidad, el paciente
empieza a llorar sin remedio. El paciente muere deshidratado debido a la
abundancia de sus lágrimas, nada pudimos hacer por su risa, desapareció hace
tiempo. El paciente se dio cuenta de que aquellos días no volverán, el paciente
maduró.Hay otro niño muerto.
Un viejo amigo.Fracisco José Matinez Martinez
Del blog tellevastetodaslasrespuestascontigo.blogspot.com.es
Si es cuestión de ser sincera, nunca me ha gustado Yoko Ono. Siempre la he visto como una arpía en la vida de John Lennon y la carrera de The Beatles, que intentaba trepar a través de él hasta conseguir lo que deseaba. Hasta hace poco prefería a Cynthia Powell, me parecía tan indefensa y perdida, como yo. Pero hasta ahora nunca me paré a pensar en él, en él y sus razones, realmente era víctima de mi realidad y mi supuesta idealización en cuanto a relaciones se refiere, siempre pensé en el egoísmo de Cynthia, y en el mío... Pero creces, y te das cuenta de que es necesario avanzar, que realmente John estaba atrapado, y que Yoko supo sacarle lo mejor de él, su sonrisa y sus mejores emociones. Y cuando encuentras a esa persona, da igual la situación en la que te encuentres, lucharás por mantener a esa persona a tu lado hasta consumiros mutuamente emocionalmente. Y eso fue lo que hicieron, Yoko y John, John y Yoko. Aunque también hay que decir que huyeron del Reino Unido por posición de droga, pero a pesar de todo, juntos, siempre juntos. A veces es precioso imaginar, imaginar que somos la Yoko de ese alguien especial.
Vero esta es tu historia y tu historia no acaba aquí, empieza tu lucha
contra el cáncer. Esta mañana, me ha sorprendido tu repentina despedida de
Twitter. Me empezaste a seguir hace poco, pero eso no ha impedido que aunque no
te conozca hoy llore por ti. Eras
aquella persona por la que escribía mis tweets más ácido, quería verte sonreír
cada día. Fuiste la que a pesar de no conocerme me dijiste que en los peores momentos siguiera adelante, ahora me
toca a mí corresponderte.
Durante el tratamiento estarás
arropada de los que más te quieren, pero también quiero que sientas mi sonrisa, mi abrazo más fuerte y mi beso más
sincero cada vez que leas mis palabras. Aunque a veces puedas llegar a sentirte
sola, piensa que en algún lugar hay alguien pensando en ti. Nunca pierdas la sonrisa, es el arma más
fuerte que tenemos contra la puta de la vida. Nunca pierdas la imaginación,
porque sin ella la vida misma no tiene razón de ser. Recuerda cuando de pequeña
te columpiabas en un columpio, imaginando que podrías llegar a volar. Vero sin duda has conseguido volar, eres grande.
Cuando termines el tratamiento te
darás cuenta que has vuelto a nacer, querrás
volver a jugar a hacer castillos de arena con tu pala como si de una niña de
rosados mofletes se tratase. Disfruta de todo, disfruto de los grandes
momentos, disfruta de los pequeños momentos y sobretodo no te olvides de
disfrutar de las palabras de los que te quieren.
Cada vez que leas esto, espero lo hagas imaginando mi voz diciéndote “todo
va a salir bien”. Vero nos lo podrán
quitar todo, pero nuestra sonrisa siempre permanecerá intacta bajo la
protección de nuestros labios. Ahora, solo hace falta que esos labios le dejen
ver la luz del día. A pesar de lo poco
que sé de ti, te quiero.
Mi
nombre es Frankenstein, hijo de Victor Frankenstein. Mi cuerpo está formado a
partir de trozos de cadáveres humanos, mi aspecto no es ni mucho menos
agradable.
Mi
padre como todos los padres quería una criatura perfecta, todos los padres han
tenido miedo alguna vez a que su hijo pueda tener cualquier deformidad en sus
cuerpos hasta tales puntos que en la Alemania nazi se mataron a personas con discapacidades mentales o deformidades. Al nacer mi padre avergonzado y
horrorizado me abandonó, dándome la vida y negándome la felicidad.
Solo
necesito el cariño de un abrazo, el calor de un beso, el "te quiero" que sale de tu boca. Pero
tú, sociedad dichosa me privas de sentir el afecto de otro hacia mí. Vosotros humanos tenéis miedo que los “diferentes”
rebelemos contra vosotros, pero esto no es un acto negativo, sino un acto que
nos hace humanos. Vosotros ya os
rebelasteis en momentos de dictaduras, de guerra, de hambre y eso demostró
vuestra madurez y desarrollo como sociedad.
Desarrollarse
y madurar son dos características humanas que yo aprendí espiando a una familia
en las montañas, mi refugio de la realidad. Vosotros que tanto defendéis los
derechos inalienables del ser ¿por qué permitisteis que me desarrollara alejado
de los demás? Esa familia no me había
visto nunca pero sabían que existía y gracias a su caridad pude sobrevivir,
hasta que un día vieron mi aspecto físico y volví a ser rechazado.
Alegaron
al igual que el resto que yo no podía ser humano por mi aspecto pero, ¿qué es
la belleza? Una característica pasajera, como el rojo de una rosa que a las dos
semanas es el negro de la más triste vestimenta.
Prejuicios
son, un humano es el que siente, se relaciona, se
desarrolla y aprende de sus errores.
Escribo
esto porque en twitter, hay algunas personas empeñada en insultarme por mi
aspecto físico y no por las cualidades que pueda tener. A esas personas les
digo que a pesar de la fealdad que ellos puedan ver en mi, soy mucho más humano
que ellos.
Frankenstein no te conozco pero te quiero.
Un ser humano.Luis González Campo
“No dejes que la manera en que luzco afecte a la manera en que me miras. Tengo muchos rasgos interesantes. Mi rostro es sólo uno de ellos”
El pasado lunes,como ciudadano con
derecho a participar en la vida política, acudí al pleno extraordinarioque se celebraba en
el ayuntamiento de mi pueblo, Alcázar de San Juan. Esto solo me sirvió para
indignarme más con la derecha casposa de este país.El pleno, en el que
el Partido Socialista pedía defender el hospitalpor el que lucho
Alcázar cuando tan solo era un humilde municipio se irá a la mierda, el
culpable es Diego Ortega.
Nuestro flamante alcalde del Partido
Popular, que parece no tiene tiempo más que para los toros e ir a misa ha
decidido que todos los ciudadanos somos gilipollas. Es verdad que algunos
ciudadanos son gilipollas, permítanme que use esta palabra para referirme a
aquellos que votaron al PP pensando que al día siguiente no habría crisis.
Durante el pleno, el señor Ortega
favoreció a su grupo y socios (Ciudadanos por Alcázar) con mayor tiempo para el
uso de la palabra e incluso permitió las burlas de algunos de sus concejales
hacia el público.No escribiría este artículo si no me
pareciera indignante el gesto que tuvieron todos los concejales del PPgirasen sus sillas
cuando hablaba una de las portavoces del PSOE y mostrasen unas pancartas en las
que se podía leer"Exigimos respeto. Exigimos
disculpas", malditos bastardos diría Tarantino si viera
la escena, malditos aquellos que piden disculpas cuando pretenden
desmantelar la sanidad pública, malditos aquellos que accedieron al poder
engañando al pueblo, malditos aquellos que en lugar de trabajar giran sus
sillas como niños pequeños. Señores del PP, les lanzo una pregunta ¿están
legitimados para exigir disculpas? Yo mismo les responderé, no lo están porque
ustedes los monigotes de la señora
Cospedal están llevando al pueblo que se enorgullecía de ser ciudad a
convertirse en lo que mi abuelo llamaba “la era”, van ustedes a por todo.
Concejales del PP la carpa del circo no se pone en el ayuntamiento, si quieren montar
un espectáculo, ¡váyanse a otro lugar! Los ciudadanos ya estamos hartos del
desgobierno de Ortega, que un día llego por casualidad a ser alcalde, aunque
como muchos dicen no llega a alcaldillo. El alcalde y sus colegas ese es el
gobierno de Alcázar, una aberración que encima pretende decir que se preocupa
por el drama del paro, pero qué van a saber ustedes si todos los que militan en
el PP de Alcázar son de familias acomodadas que explotaban a los trabajadores
del pueblo.
Mientras uno de los hombres más ricos y con menos idea de política del
pueblo gobierne, yo declaro el estado de DESGOBIERNO para Alcázar de
San Juan. Repita conmigo señor Ortega, DI-MI-SI-ÓN.
Les exijo como ciudadano que pidan
disculpas por su comportamiento.
Se vende pueblo, preguntar por Diego Ortega. Luis González
Campo
Final del curso, pero la realidad
continúa. El sábado deje la capital, Madrid me ha enseñado lo mejor y lo peor
de las personas. Mi forma de pensar es la de un chico que vino de un pequeño
pueblo y quizá, por ello no esté acostumbrado a ver de forma tan clara la
vileza de las personas. Hablamos de solidaridad y la pura verdad es que casi nadie
es solidario si no tiene un interés de por medio. ¡Señores, la solidaridad murió!
Siempre que vuelvo al pueblo cojo
el cercanías donde suele haber algún indigente en él pidiendo, me conozco casi
todas las caras, incluso podría decir que he dado una moneda a todos ellos. Un
capricho quiso que la línea de cercanías que cojo habitualmente no funcionase,
tuve que coger otra. Allí como si ya fuera un elemento obligatorio había
personas pidiendo para poder sobrellevar esta difícil situación que nos ha
tocado vivir. No escribiría sobre ello si no me hubiera llamado la atención una
de esas personas, un hombre sin brazos.
La primera vez que lo vi un escalofrío
recorrió mi cuerpo, donde debían estar sus brazos, él mostraba dos muñones y sonreía
a pesar de sostener la hucha con su
propia boca, que movía de arriba abajo haciendo el mayor ruido posible para que
la gente lo mirase al pasar mientras iba de un lado para otro del vagón,
esperando alguien le echase dinero. Sorprendido me quede al ver como la gente
hacía como si no lo viese, una señora hablaba por el móvil y comentaba “hablamos
más tarde, hay un señor haciendo demasiado ruido”, otras dos incluso se reían
porque según ellas parecía un perrito. Hay que tener o muy poca vergüenza o estar ciego para no ver que esas
personas necesitan nuestra ayuda, seguro que esas señoras y el vagón entero
pensaban que ese hombre sin nombre es un ladrón o un delincuente que se tiene
bien merecido no tener brazos. Pues no Madrid, no todo el mundo ha nacido entre
algodones, como decía Ortega y Gasset “Soy yo y mis circunstancias”.
Sin duda circunstancias muy
duras, es ya de por sí triste ver como la gente se sentaba en otro sitio cuando
ese hombre se les ponía al lado, pero más triste es ver cómo estamos creando gente
que no siente, gente ciega a pesar de no tener ningún problema ocular. Si lo
veis no dudéis en darle cualquier cosa que pueda servirle y si se sienta al
lado de vosotros no os apartéis solo es uno más de los que esta maldita
sociedad ha querido desplazar hasta límites casi marginales.
Mientras el hombre sin brazos
siga vagando por el vagón para conseguir algo de comida yo seguiré escribiendo.
Cada año las facultades de
comunicación se llenan de aspirantes a periodistas, no hay estudiante de
periodismo que no tenga Twitter e incluso
informe de la actualidad mediante los llamados tweets, pero de todos ellos
¿alguno ha escrito un artículo de más de 140 caracteres?
Para cualquier periodista o
aspirante a la profesión internet debería ser un aliado a la hora de recolectar
información, la realidad es otra, internet se ha convertido en la cámara de gas
del periodista. Si está en internet es verdad, ese es el criterio. Cada semana hacemos
trending topic la falsa muerte de alguien y nos lo creemos como meros
ignorantes.
El verdadero problema radica en
las universidades que no nos enseñan a utilizar internet como la herramienta del
periodismo del presente. En mi universidad –quedaría feo que no la nombrase, para
que os penséis dos veces si queréis una educación de tercera o ir a una
universidad de verdad- ,la Rey Juan
Carlos, saber identificar qué tipo de letra estoy usando para escribir este
artículo es más importante que saber identificar fuentes fiables para escribir
un artículo. Para poder hablar de periodismo digital, antes se deberían incluir
en los planes de estudio el uso responsable de internet para obtener
información, es un poco humillante que algunos futuros periodistas solo sepan
usar la red para ver “Gran Hermano en directo” o “Mujeres, Hombres y ViceTETAS”.
Las redes pueden ser muy útiles
para informar, buen ejemplo de ello lo encontramos en Basel Ramsis, sus imágenes
y comentarios sobre la revolución egipcia dieron la vuelta al mundo antes de
que el gobierno autoritario del país cortase el acceso a internet. La
universidad pretende seguir inculcando paradigmas de siglos pasados, la prensa
escrita no es el único medio para el que trabajará un periodista señores, si
ustedes pretender meter en su programa para las enseñanzas de grado en
periodismo una asignatura que se llame “Nuevas tecnologías y sociedad de la
información” no quieran enseñarme informática porque ya sé que a veces soy un
poco retrasado mental, pero ¿tanto como para no saber abrir un documento de
Word?
El periodismo digital es y será
ese gran desconocido para los nuevos y antiguos periodistas, hasta que la
universidad no adapte bien sus estudios de grado. Es muy difícil distinguir
entre hecho y opinión, periodista y pseudoperiodista, ¡eso no lo enseñan en la
universidad!
Mientras el periodista no aprenda
a usar las redes como herramienta para el nuevo periodismo estaremos asistiendo
a un genocidio silencioso de la profesión periodística.
Siento que cada vez escribo con más odio, crece y crece dentro de mi cuerpo. Un día ya no me leeréis a mí, leeréis a mi odio, a mi repulsa por la sociedad que hemos creado. Hay otro mundo al final de este PUTO infierno. Mi alma nunca será libre, sus carceleros son mis emociones y sentimientos, seres involuntarios e irracionales superiores a mí que custodiarán mi alma hasta el día de mi muerte.
A pesar de todo hay algo que me evade, me hace olvidar todo el peso que se cierne sobre mí, la música. Soy chico de un solo grupo, Amaral. El resto de música la respeto, pero no me llena. La entrada de hoy llegó uno de esos días en los que estaba buscando alguna rareza en Amaral-Online, en lugar de ello encontré la historia de Pedro Moreno, leucémico, luchador y fan de Amaral. No es una historia nueva, tiene como fecha 2009. Quizá es lo más triste que he leído, pero ha sido ese revulsivo que me hace pensar “Luis sigue p’ lante”
Era Navidad, época triste para estar enfermo. Pedro, por un dichoso capricho del destino, tenía leucemia, pero también a su hermana Encarni que lo daba todo por verlo sonreír. Encarni quería darle a Pedro el mejor regalo de Navidad que jamás hubiese recibido, a través de Amaral-Online consiguió ponerse en contacto el 24 de Diciembre con el manager del grupo, quería darle a su hermano el autógrafo de su grupo favorito. Inmediatamente el grupo accedió a mandárselo por correo.
Pero antes de que pudiese tener entre sus manos esa sorpresa que, sin duda, le daría más fuerza, el destino quiso que la batalla la ganase la enfermedad. La noche de reyes Pedro fallecía, callaba y, como dijo su hermana “se ponía sus alas de ángel, para seguir siendo el mejor de ellos”
Semanas después llegaban a casa, no solo el autógrafo de Eva y Juan, llegaban cuatro singles firmados que rezaban mensajes de ánimo para el enfermo. Sin duda llegaron tarde, pero Pedro esté donde esté, lo supo. En su funeral flores, una canción “Cómo hablar” (la canción favorita de Pedro) y unas palabras “Pedro encontró la palabra exacta que Amaral tanto tiempo anduvo buscando. Esa palabra que tanto significa y tanta fuerza nos da es p’ alante, siempre p’ alante”
Espero esta historia no os deje un nudo en el estomago, necesitaba compartirla con vosotros. Cuando estoy en Madrid pienso que quizá debería dejarlo todo y volver al pueblo, pero Pedro me ha enseñado que debemos continuar nuestras vidas a pesar de lo caprichoso que es a veces el destino.
Pedro encontró la palabra exacta, yo la he encontrado gracias a él. Luis p’ lante, Luis p’ lante…
Encarcelado por mis emociones. Luis González Campo
Miércoles Santo, todo está gris, el cielo parece querer llorar. No hay mayor desgracia para una hermandad que no poder sacar al santo por la lluvia. No hay mayor alegría para mí que no poder ver esas representaciones llenas de joyas y mantos de terciopelo. ¡Es avergonzarte ese despliegue de ostentosidad en los tiempos que corren!
El mendigo, con un cartel en el que reza “solo quise alimentar a mi familia” ve como es ignorado para adorar una figura llena de ornamentos, una figura por la cual los costaleros dan su fuerza y sufrimiento. En Semana Santa se vende una solidaridad inexistente. No son capaces de darle al mendigo para comer, pero sí al Santo para salvar su alma. Esa será vuestra verdadera condena, la hipocresía que vendéis.
En tiempos de lluvia se requiere algo más que un gabán y un paraguas, se requiere que reflexionéis el porqué de que vuestro señor justo y misericordioso os haya castigado con no poder sacar a vuestros santos. Quizá este harto de que una sola semana al año mostréis esa repentina fe o quizá este harto de que la iglesia católica quiera imponer en la sociedad sus dogmas. La religión inventó el concepto discriminación, primero lo hicieron con la mujer considerándola inferior, luego calificaron a los homosexuales de enfermos y todo bajo mandato divino. No exageraría si dijese que Jesucristo antes de la crucifixión dijo “ya veréis como ahora viene alguno y hace negocio con mi muerte”. A Jesús le dolería ver como la iglesia se lucra con su penitencia.
El gran cáncer de la iglesia católica son las declaraciones de sus dirigentes pretendiendo hacer de juez, jurado y verdugo. Lo peor es que la sociedad ha legitimado esa posición de jueces, teniéndolos en cuenta a la hora de redactar las leyes. Se han convertido en un grupo de presión muy importante que incluso la constitución española protege, garantizando el sostenimiento del culto católico. Yo desde luego no quiero que alguien no legitimado decida sobre mi vida. Deberán saber señores de la iglesia que nadie les ha dado el poder para juzgar.
En la historia del arca de Noé se narra que Dios envió un diluvio al ver como se había corrompido su creación, la lluvia de Semana Santa sea quizá un aviso a la iglesia católica y sus fieles. Se os acabó la fiesta, llego vuestra penitencia. Vosotros que nos mirasteis por encima del hombro os arrodillaréis ante vuestro señor para pedirle perdón por la fiesta que montasteis a su muerte.
Mientras la iglesia católica siga dictando las leyes el mundo no conocerá la tolerancia.
Desde el limbo. Luis González Campo A todos los incendiarios , esto es solo mi opinión
"Que no calle el cantor porque el silencio cobarde apaña la maldad que oprime"
Cuando estoy en el pueblo no necesito despertador, me levantan Garfio y Campanilla. No, no me levantan personajes de Peter Pan, son los nombres de mis dos canarios. Todos los días a las ocho de la mañana comienzan su canto. Hoy, veintinueve de Marzo, todo estaba callado. Campanilla, que había puesto huevos ayer, había muerto y callado para siempre. Garfio no cantaba, callaba.
Veintinueve de Marzo es la fecha que han elegido la cantora y su compañero para callar. No creo que sea una mera casualidad, hoy es día de huelga general. La primera huelga a la que se enfrenta nuestro presidente Mariano Rajoy. Hay motivos para hacer huelga, la nueva reforma laboral pretende legitimar la desigualdad. Nos quieren hacer creer que es una reforma justa, pactada con todos los agentes sociales. Vulgares mentiras las que nos está soltando el gobierno, con estas nuevas medidas se despide a nuestros padres y se nos contrata a nosotros en una situación precaria.
No me voy a dedicar a desgranar la nueva reforma. Con este artículo pretendo movilizar al menos a los jóvenes que me leen porque el pan de hoy será hambre para mañana. Si aceptamos las nuevas medidas estamos aceptando el término desigualdad como algo común. Los obreros a trabajar, el empresario a perder cualquier escrúpulo que le pudiese quedar.
Sé que muchos desconfiáis de los sindicatos. Estos han comido de la mano del gobierno, se han embolsado grandes cantidades de dinero por su silencio. Se han convertido en una panda de mafiosos que como las vacas lecheras solo pastan, te dan leche de vez en cuando y no mucho más. Necesitamos unos sindicatos implicados como el cerdo, que te da desde el rabo hasta el morro. ¡Ya basta de chupar el polen!
Muchos me tacharéis de sectario, rojo, extremista… Es tan solo mi opinión y no importa a nadie. Soy tan solo un estudiante que no se resigna a ese futuro negro que pronostican. Decía la poesía y canción de Horacio Guarany:
“Si se calla el cantor se quedan solos
los humildes gorriones de los diarios,
los obreros del puerto se persignan
quién habrá de luchar por su salario”
Estás palabras son las que me han inspirado para escribir este artículo, mi cantor ha muerto y ya no hay quien cante todas las mañanas. No hay quién me despierte todas las mañanas porque Garfio se ha resignado al silencio. Los obreros quedarán sin voz si hoy se resignan a las medidas que el gobierno les pretende imponer. Quedarán deslegitimados para quejarse.
Cuando en el futuro España se sustente en los principios de desigualdad y precariedad, el cantor no volverá a cantar.
Solo quise vivir.Luis González Campo
Gracias a los profesores que me han ayudado a pensar por mi mismo
Los relojes blandos de Dalí. Incluso el tiempo acaba marchitándose
“A veces las historias no hay que buscarlas, llegan por casualidad” decía Randall en El periodista universal. Así es como ha llegado a mí lo que quiero contaros ahora. Si no os gustan las historias sobre la muerte, ruego os vayáis. Volveréis cuando comprendáis que muchos cavan su propia tumba en vida. No sirve de nada dejar caer tus lágrimas sobre una lápida, ésto muchas veces puede evitarse escuchado a la gente. ¡Señores háganlo! ¡Escuchen a la gente, escuchen sus historias! ¡Interésense por sus sentimientos!
Hoy me he dado cuenta realmente de ello cuando mis compañeros de clase hablaban de una chica. Unos decían que quizá estuviera sufriendo acoso escolar, otros que tenía un novio mayor que ella o que estaba embarazada. Sandra Cubero, de catorce años, decidió el pasado viernes saltar desde un puente poniendo fin a su vida, los motivos aún no se saben, porque vivimos en la sociedad de los oídos sordos. En el colegio no hay ninguna asignatura que nos enseñe a mostrar nuestros sentimientos. Ser sensible es sinónimo de debilidad, cuando lloraba en el colegio mis compañeros se reían porque el profesor decía “los chicos no lloran”, sin darse cuenta de que estaba reprimiendo lo que sentimos, nos enseñaba a guardarnos todo dentro como si de un ataúd se tratara.
Quizá los sentimientos de Sandra eran tantos que se habían convertido en la tierra que cubre el ataúd. Estaba ahogada, necesitaba aire. Contar a los demás tus sentimientos no es nada fácil. Me da igual cuales fueran sus motivos para hacerlo. No soy el vecino morboso que busca saber más sobre la vida privada de la chica. Con esta entrada solo quiero que alguien me escuche y se dejen ya de educar ciudadanos mediante estúpidas asignaturas. Imbéciles, antes que a ciudadanos debemos formar a personas capaces de sentir. Sandra tuvo la oportunidad de cruzar el puente, volver a su casa y contar a sus padres lo que ocurría. No lo eligió porque pensaba que era signo de debilidad. Nos reímos del que llora y nos lamentamos del que se quita la vida. ¿Y si llorar fuese algo común? ¿Y si llorásemos a cara descubierta? Llorar sería de valientes.
Ese puente hoy está lleno de cartas a Sandra. En ellas sus amigos expresan su cariño. No esperemos a la muerte para mostrar cariño a los que nos rodean. No seremos débiles por mostrarles nuestras lágrimas a los demás. Todo lo contrario, desnudaremos nuestro alma.
“Porque señores…el tiempo pasa sin anunciar su prisa” y no siempre tendremos a las personas que queremos cerca. Los padres de Sandra ya no podrán darle un abrazo a su hija, pero desde aquí les digo que miren hacia adelante y aprovechen para abrazar el doble de veces a su hijo de dieciséis años.
Sandra se ha ido y se ha llevado con ella sus sentimientos. Mientras sigue pasando la vida.
La misma rutina de todos los domingos: hacer la maleta, bajar las escaleras de casa con cuidado de no tropezar con el equipaje y coger el tren a Madrid. En el andén mis padres se despiden una semana más. El tren ya se ha convertido en mi lugar para pensar y más después de la conversación que escuché el viernes. En casa entran dos sueldos y gracias a ello puedo volver cada viernes y relajarme del agobio de vivir solo en la ciudad. Estudiar fuera es todo un lujo y debería valorarlo más, otros quieren y no pueden.
Dos años han pasado ya desde que a Miguel -amigo de la familia- lo operaran de cáncer de pulmón. Hoy, está totalmente impedido para trabajar. Casado con Isabel y padre de dos hijos, Guillermo y Marta. Yo los llamo cariñosamente Guille y Martita, de diecisiete y doce años respectivamente. Se mantienen con una paga de cuatrocientos euros al mes. Guille es deportista, buen estudiante y sueña con ser profesor de educación física. Martita es peor estudiante pero se esfuerza mucho por sacar adelante sus estudios, quiere ser profesora de educación infantil y cuidar a los peques.
“Ninguno de los dos podrá ir a la universidad” decía su madre llorando mientras tomaba una taza de café. Desde que Miguel había sido operado tan solo había entrado en casa el poco dinero que ella había logrado conseguir trabajando unos meses para el ayuntamiento o limpiando en casas. Se las arreglaban como podían, la abuela les daba algún dinerillo, la cuñada les traía comida para los niños, sus hermanos y hermanas les daban compañía y así quedaba todo en familia.
Mala suerte tuve de estar presente cuando entre sorbo y sorbo Isabel nos contaba la situación de su familia. Aunque sus hijos no lo sabían su futuro estaba marcado desde que esa enfermedad llegara a su padre. Ya en Navidades no tuvieron regalos y cuando alguien les preguntaba qué habían recibido por reyes, Martita aún inocente, contestaba “a mi papá curado”, pero Guille agachaba la cabeza. Con diecisiete años ya comprendía que ni esas Navidades, ni las próximas recibiría ningún regalo porque desde ese día serían la generación perdida.
Martita no tiene cuadernillo de ejercicios de inglés, Guille utiliza el libro de matemáticas de su compañero. Hace treintaisiete años mi madre compartía con su vecina los libros. Hace treintaisiete años no todos tenía las mismas oportunidades, hoy tampoco.
Con la crisis parece que nos hemos olvidado de esas historias que viven millones de familias en este mismo momento. Historias que debemos hacer visibles. Miguel ha luchado mucho para superar su enfermedad. Ahora solo puede estar tumbado en el sofá viendo la tele. Las generaciones pasadas lucharon mucho por conseguir la democracia, el estado de bienestar y todos los derechos que hoy poseemos. Nuestra generación no luchará, somos la generación del pasotismo. A nadie importa que estos dos niños no tengan futuro.