lunes, 18 de enero de 2016

11 de febrero, en tu corazón solo hay sitio en los suburbios

Aquel día me levanté, di mi habitual vuelta corriendo a Canal y al terminar encendí el móvil, algo malo pasó ese día. Tenía 170 mensajes, la pantalla se bloqueó y solo me dio tiempo a ver que me habías escrito. Hacía ya dos meses que no sabía nada de ti, ni de tu habilidad para capturar nuestros momentos en fotos. 
Me preguntabas como estaba después de lo que había pasado, pero no te respondí, no quería volver a saber nada de ti y por la noche esperaste a que volviera en el portal de casa. Una mano en el bolsillo y en la otra un girasol porque sabías que son mis favoritos. Como un niño pillo, con una mueca me pediste perdón por desaparecer así y te deje entrar a casa. Lo primero que hiciste fue enseñarme nuestra lista de Spotify, esa que usábamos cuando nos olíamos, nos besábamos, nos tocábamos y nos corríamos. Teníamos por norma que podíamos añadir las canciones que quisiéramos, pero debían significar algo y tu habías añadido, entre Amaral, Miss Cafeina y Vetusta, Begginer de Anni B Sweet. 


"Got no words to shout out loud
Because I've got nothing else to say
Today I'm feeling like a fool
In love every dayIn love every day"

¿Qué me querías decir ahora? ¿Te sentías como un aprendiz en el amor y por eso habías desaparecido así?Pensaste que con eso caería igual que cuando decías que pasaríamos mucho tiempo los dos juntos. Fuera llovía y hacía demasiado frío, sin embargo dentro con la pequeña estufa y tu presencia bastaba para estar calentitos.Empezaste con los besos, las caricias, sabías bien mi punto débil (detrás de las orejas, que se me ponían rojitas cada vez que ibas por ellas)Tu sobre mi, yo sobre ti, contra la pared, boca abajo...cada vez más rápido, cada vez se escuchaban más los gemidos. Acercabas tus labios a mis orejas y en voz bajita me susurrabas que todo esto era "perfecto" y yo como un idiota te devolvía mi más inocente sonrisa y tu que eras el mejor de los zalameros me decías que fijase mis ojos en el espejo y los mirase, me recordabas que eras el primero que había descubierto mi pequeño lunar en el párpado derecho. Me decías "tienes una mirada preciosa, pero es oscura y triste y yo quiero cambiar eso" y cuando me tenías rendido volvías a embestir mucho más fuerte. No parábamos hasta que chorreábamos de sudor. Luego al terminar encendías tu cigarro, pero esta vez me preguntaste y afirmaste "¿quieres ser mi novio? Te Q-U-I-E-R-O. Mi corazón seguía helado como las calles de Madrid y con un hilo de voz te dije "no te Q-U-I-E-R-O, sólo te he usado para no estar solo esta noche. Me diste una bofetada y sonaba de fondo Canción de Guerra de Supersubmarina.

"Ya no respeto tu pena,
ni me quedo en la frontera
ni me canso de escribir.
Fuego abierto al objetivo,
ya lo tengo decidido,
nadie lo va a hacer por mi.
Empezó la guerra fría
el tiempo de la anarquía empieza con algo gris"

Te dije que podías irte si querías, pero te quedaste toda la noche abrazado a mi, sabiendo que era el último abrazo que nos daríamos y por la mañana te fuiste como llegaste la primera vez, sin hacer ruido y dejando una polaroid en la mesa en la que estábamos abrazados, desnudos y una frase por detrás "en tu corazón solo hay sitio en los suburbios"