domingo, 2 de julio de 2017

La piel muy fina

El miércoles vi contento como colgaba del ayuntamiento de Alcazar la bandera arcoiris. Pensé que algo podría estar cambiando en nuestro pueblo, pero no. 
En Facebook la página del ayuntamiento y los diferentes medios locales subieron las noticias con motivo de los diferentes actos con motivo de Día Internacional del Orgullo LGTBI. No eran muchos, una bandera en el balcón del Ayuntamiento, la inauguración de una placa en honor a Pedro Zerolo que da nombre al auditorio del parque y el alumbrado de los molinos con los colores LGTBI. 
Inmediatamente se llenaron de comentarios ignorantes. 
Gente que preguntaba si no había cosas más importantes en el pueblo para gastar el dinero, los hablaba de que el Ayuntamiento debía respetar a todos por igual y no dar ventajas a los LGTBI u los que que decían que si no había ningún  alcazareño relevante para poner una placa antes que a ese tal Pedro Zerolo. Y así muchos más que no merece la pena reproducir. 
Supongo que de ustedes que son "normales" no se reían en el instituto, supongo que tampoco por llevar un pantalón algo más ceñido de lo habitual no les decían maricones a la salida de las clases, supongo que todos los  sábados y domingos podían salir con sus amigos tranquilamente mientras los que "no éramos normales" nos quedábamos en casa porque según ustedes no encajábamos, también supongo que nunca han ido con miedo por calle. 
Miles de niños y niñas en España sufren acoso escolar por ser gays, lesbianas o transexuales, pero ustedes se atreven a decir públicamente que hay cosas más importantes en el pueblo. Cuando digan eso recuerden que somos sus hijos, sus hermanos o incluso sus amigos.
Después dicen que si no había alcazareños para nombrar el auditorio del parque porque ese tal Pedro Zerolo no es tan importante. Ese debate ya lo tuvimos hace un año cuando el Partido Popular de Alcazar presentó una iniciativa para llamarlo "Corazón de la Mancha", si, esos mismos que en sus Nuevas Generaciones alzan el brazo, cantan el cara al Sol y se les puede escuchar en los botellones mofarse de los maricones. Disculpen que les abra los ojos.
Cuando ustedes pueden disfrutar de un paseo por el pueblo de la mano con sus parejas, nosotros tenemos que resignarnos a no hacerlo porque aún en el 2017 sufrimos agresiones simplemente por amar libremente. 
Mientras nosotros debemos tener la piel muy dura para soportar los golpes, ustedes tienen la piel muy fina para ofenderse por ser como somos. Quiero pensar que este pueblo está cambiando, que la mayor parte de los alcazareños son tolerantes y que solo son una minoría. Ojalá dentro de unos años este texto deje de significar algo y quien lo lea diga que menuda tontería, que menuda estupidez homosexuales o heteros. Mientras, seguimos necesitando banderas colgadas de los ayuntamientos y salir a la calle a gritar, a vivir, a cambiarlo todo. 
Me llamo Luis, soy gay y me gustaría algún día poder ir de la mano con mi chico por el pueblo.