Tú me vuelves a dar la mano, vuelves a besarme y yo sigo enamorado de tu sonrisa... porque lo que más me gusta de ti es eso, simplemente tu sonrisa.
Cuando te dije que no quería volverte a ver, lo que te estaba diciendo es que me dieras un ovillo de oro para que siempre te encontrara y nunca te perdiera. Y mientras, yo sigo con cara de tonto mirándote y pensando todo esto, tú y el resto de las butacas no paráis de reír, el proyector de la Filmoteca proyecta "Volver" de Almodóvar, porque en verdad esa es nuestra historia, un giro más de la misma cara del cubo de Rubik que va acumulando recuerdos. Que no quiero irme.